Perú crece, pero la injusticia social continúa
26 Jun 2013
Por Antonio Sancho, desde la Selva Central de Perú
“El crecimiento espectacular del Perú no logró reducir uno de los grandes problemas estructurales de la nación: las brechas de inequidad”
Una década prodigiosa de crecimiento macroeconómico acelerado en el Perú ha sido posible gracias a una triple combinación: políticas económicas amigables con la inversión exterior, vertiginosa demanda asiática de metales y materias primas y estabilidad política e institucional. Indudablemente todo ello ha provocado transformaciones e impactos de fácil medición: son cada vez más peruanos los que reciben algo (o mucho) más que la remuneración mínima vital, los indicadores de salud han mejorado reduciendo la desnutrición crónica hasta un 15,2 % e incluso el pozo negro de país, la educación pública, empieza desde el 2012 a dar síntomas de una leve mejoría.
Esto no sólo es medible en Lima sino también en las históricamente relegadas provincias del interior. Por ejemplo en Satipo, una pequeña ciudad de la selva central la desnutrición descendió hasta el 14.6% y la asistencia…pero STOP, todo este optimismo estadístico frena en seco a sólo 40 km. A esa distancia de Satipo está Potsoteni, una comunidad del pueblo indígena asháninka del río Ene. Lugares como éste enturbian y malogran las eufóricas cifras macroeconómicas. Con un 77.7% de desnutrición crónica y con sólo un 9% de niños que culminan su educación básica regular, pareciera que hablamos de otro país. Más
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