Durante el mes octubre, hemos hecho visitas domiciliarias a 26 familias de tres comunidades maya q'eqchí que participan en el programa Hogares saludables
Así hemos reforzado el orden donde se elaboran los alimentos, así como la limpieza de la zona teniendo en cuenta que generalmente los suelos son de tierra. También el establecimiento de espacios para trastos y para herramientas del campo en lugares donde no sean de fácil acceso para los niños. Y realizamos el aseo del traspatio y alrededores de cada hogar con la participación de las familias especialmente los niños.
En estas visitas vemos que muchos hogares ya cuentan con cántaros de agua hervida o purificada. Las madres han iniciado la práctica de cuidar y proteger a la familia de parásitos y dermatitis utilizando cloro o hirviendo el agua antes de beberla.
Este es el segundo año en el que estas familias participan en el programa con el objetivo de mejorar las condiciones de higiene y salud integral de sus hogares. Se lleva a cabo haciendo hincapié en la importancia de la colaboración de todos los miembros en el trabajo doméstico y haciendo un trabajo con enfoque de género, es decir, revisando los roles y las relaciones que se establecen para evitar la violencia doméstica.
Nuestras acciones se llevan a cabo en San Francisco Mollejón, Nueva Cadenita y El Caoba con la colaboración del Ministerio de Salud, de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación.
El acceso al agua potable es un problema que se incrementa en zonas rurales, que suelen tenerlo fuera de la vivienda. Los cauces de uno de los países con mayores recursos hídricos del mundo se resienten por la contaminación: el agua transporta todo tipo de contaminantes contenidos en los suelos, desde fertilizantes a vertidos de desechos sólidos y líquidos de actividades económicas y de los hogares. Según datos de la Fundación Defensores de la Naturaleza (prensalibre.com), se calcula que un 77% del agua entubada que llega a los hogares no es confiable; aunque fuera potable, la gente no la usa para beber. Un 23% no se abastece de sistemas municipales. Con respecto al tratamiento de aguas residuales, un 37.1% de hogares no está conectado a drenajes,
Imagen: Programa hogares saludables en El Caoba (Global Humanitaria)