Historias

Fernando y Javier viajaron desde Madrid para conocer a su niña apadrinada, Srey Kim, que vive en una aldea de la provincia de Takeo, en Camboya. Le pedimos a Fernando que compartiera con nosotros su experiencia para conocer mejor sus impresiones y su opinión sobre el apadrinamiento.(Foto: Fernando agachado con Kim a su lado y Javier, detrás de pie, rodeados de familiares y amigos de Kim)

- ¿Qué fue lo que te animó a viajar?

“Llevaba algún tiempo pensando en viajar a Takeo para conocer a los niños, ver en qué situación estaban, ver de qué manera Global Humanitaria estaba realizando la labor de ayuda en Camboya. Teníamos, mi amigo Javier y yo, un viaje preparado para ir a Tailandia así que, ¡qué mejor oportunidad..!.”

-¿Cuál fue vuestra primera impresión?

“Ya conocía un poco el país, pero no la capital Phnom Penh y Javier tampoco. Nuestra primera impresión fue la que esperábamos: un caos casi total en Phnom Penh. No nos sorprendió ya que conocíamos la situación, política y económica, del país...A nivel personal, deciros que los camboyanos son gente súper amable y educada".

- Y llegó el día de ir conocer a Kim

“Tanto Javier como yo teníamos unas ganas locas de estar con los niños y, a la vez,  un nerviosismo que empezaba a notar por todo el cuerpo, no sabría explicarlo. Durante el viaje a Takeo, Chanbol ( de AREDOC/Global Humanitaria) nos estuvo explicando la situación del país y sobre todo la situación de los niños, el trabajo de educación para mejorar su calidad de vida. Uff, no es lo mismo verlo a través de unas fotos o leerlo en unos párrafos de una revista que tocarlo, sentirlo ...”

“Después de hora y media estábamos en Takeo. Desde allí nos llevaron a una zona rural en plena naturaleza, sin ruidos, ni suciedad ni contaminación. Llegamos a la casa de Kim y allí estaban, niños, familiares y coordinadores de Global Humanitaria esperándonos.¡ Había muchísimos… 30, 35 quizás! Intentaba buscar a Kim, nuestra niña apadrinada. Yo no podía ocultar mi emoción y a la vez una inmensa alegría de estar allí”.

“Fue una situación muy respetuosa al principio, no sabíamos si abrazarles…. Nos sentíamos como extraterrestres que acababan de llegar a otro planeta. Me quede un poco paralizado, pero ahí estaba Javier,  con su gran sonrisa. Se puso a hablar en seguida con todo el mundo y poco a poco empezamos a interactuar. Fue increíble.

Vimos a los niños sanos, alegres, con mucha vida y, lo más importante, con esperanza. La situación en la que están es muy, muy precaria”.

-¿Qué te pareció la experiencia?

“Solo pondría un pero, el poquísimo tiempo que compartimos con ellos. Pero fue inolvidable, nos los llevamos en el corazón a todos y por supuesto que volveremos".
“Quiero animar a todos los padrinos que puedan realizar este sueño, que lo hagan. Somos fuente de esperanza para todos estos niños. No os podéis imaginar, con un poquito, la labor tan maravillosa que Global Humanitaria está realizando. Les estamos proporcionando la posibilidad de una educación, el sentirse personas y, lo más importante, que sepan que no están solos”.

“Animar a todas las personas que tengan curiosidad por lo que está pasando alrededor nuestro que con muy poco se puede hacer mucho. No podremos cambiar el mundo pero si mejorarlo".

Desde Global Humanitaria,¡muchas gracias Fernando y Javier por ayudarnos a hacerlo posible!

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