Bolivia afronta una grave crisis de combustible que afecta a diversos sectores, incluido el educativo. Ante esta situación, el gobierno impulsa las clases virtuales en las ciudades, una medida que algunos perciben como necesaria para garantizar la continuidad educativa y otros critican debido a las limitaciones tecnológicas y la falta de conectividad en muchas regiones del país.
En las zonas rurales donde Global Humanitaria trabaja, los municipios de Vacas, Tarata y Arbieto, las clases presenciales se han desarrollado con normalidad debido a la proximidad de los alumnos a las escuelas. Ahí mantenemos actividades para mejorar la calidad educativa de los estudiantes, como:
→ Bibliotecas de aula (bolsilleros de historias)
→ Ludotecas para fomentar habilidades como el ajedrez, la robótica y el desarrollo de la motricidad fina, como se puede ver en la imagen (en escolares de inicial).
En paralelo, el Ministerio de Educación de Bolivia ha publicado actualizaciones significativas en los planes de estudio para el año 2025, con el propósito de adaptarse a las necesidades actuales y anticiparse a las demandas futuras. Estos cambios incluyen:
→ Incorporación de robótica y competencias digitales en primaria y secundaria.
→ integración de la diversidad cultural y lingüística del país, con énfasis en los saberes ancestrales de las comunidades indígenas y rurales
→ educación productiva, para impulsar capacidades emprendedoras y preparar a los estudiantes para el mercado laboral.