En comunidades maya q’eqchí del sur del Petén, promovemos prácticas para mejorar la salud de las familias. Así, miembros de nuestro equipo en terreno, se han desplazado a la comunidad de El Caoba, donde imparten sesiones en cada uno de los 38 hogares participantes en el programa sobre:
→ la importancia de consumir agua limpia y segura para prevenir enfermedades transmitidas por microorganismos, causando diarrea, desnutrición, fiebre, dolores estomacales, vómitos, etc.
→ la importancia de tratar el agua de consumo directo, para la preparación de alimentos o para higiene personal.
→ el mantenimiento de las fuentes de agua natural
→ y las técnicas de tratamiento de agua para consumo, como la cloración, filtración o ebullición
También indican las distintas formas de obtener agua para la vivienda, como los pozos, quebradas, ríos, lagunas, cascadas, lluvia o por tubería del sistema de agua de la comunidad, y se insiste en que el agua debe estar libre de contaminantes y que, de igual manera, debe almacenarse higiénicamente para mantener su pureza.
Finalmente revisan las principales fuentes de contaminación del agua:
- el manejo inadecuado de los residuos y desechos sólidos de uso doméstico
- la disposición de excretas humanas y de animales sobre las fuentes de agua natural,
- la disposición de aguas residuales que van a desembocar a ríos al igual que los plaguicidas utilizados en la agricultura convencional.
Además, se conciencia sobre cómo esta contaminación afecta directamente al ser humano y la responsabilidad que la comunidad, las familias y las autoridades poseen para proteger las fuentes de agua presentes en la zona.
Asimismo se proporciona información sobre la construcción y mantenimiento de letrinas ventiladas e higiénicas, indicando aspectos a tener en cuenta durante construcción, como es la distancia de las fuentes de agua, la profundidad del pozo y el uso adecuado para evitar la propagación de enfermedades. También los sistemas de saneamiento básico y prácticas seguras para el manejo de aguas residuales, como es la realización de canales o drenajes superficiales, enfatizando su importancia para la salud de la comunidad.
En Guatemala, seis de cada 10 hogares no disponen de acceso al agua potable y 5 de cada 10 no están conectados a la red de drenaje. A pesar de la abundancia de recursos hídricos, el 90% de las fuentes de agua limpia en el país está contaminado, según datos de la ONU (2021).